Para qué sirve la participación ciudadana

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La participación ciudadana es beneficiosa en numerosos aspectos, sirve para muchísimas cosas, entre otras, aumentar la participación de la ciudadanía en la democracia. Los procesos, todas las herramientas de las que ya hemos hablado, permiten que la ciudadanía pueda formar parte de los procesos democráticos.

Por otro lado, la participación ciudadana mejora el acceso a la información que tiene la ciudadanía en los procesos de toma de decisiones. Todas estas herramientas participativas permiten que la ciudadanía sea más consciente de todos los pasos que se deben dar en un proceso democrático.

Además, la participación ciudadana favorece la colaboración entre la ciudadanía asociada y la administración, permitiendo que se puedan dar numerosas colaboraciones de todo tipo, desde colaboraciones resencillas y para cuestiones tan pequeñitas como modificar una acera de una vivienda, hasta procesos más complejos como puede ser llevar a cabo o redactar un proyecto de sostenibilidad. Por otro lado, la participación ciudadana ayuda a generar confianza entre las instituciones y a restablecer los vínculos sociales.

La participación ciudadana permite que poco a poco la relación entre la ciudadanía, principalmente asociada y la administración, sea cada vez más de marcos de confianza y de legitimidad. La participación ciudadana también contribuye a orientar la gestión de lo público hacia políticas que atiendan más las necesidades de la ciudadanía.

La participación ciudadana es una herramienta fantástica porque poco a poco va consiguiendo poner el foco de atención en las principales necesidades de la ciudadanía, porque las propias herramientas y mecanismos permiten que se puedan conocer.

Además, la participación ciudadana también posibilita como una especie de generación de inteligencia de inteligencia colectiva. Este proceso de estar dialogando o consultando o sondeando a la población permite que esa comunidad vaya generando una especie de inteligencia colectiva que a su vez va favoreciendo los procesos participativos.

La participación ciudadana favorece el análisis y la crítica frente a los problemas de los entornos. Permite hacer reflexiones en el tiempo para ser más críticos con la manera que estamos gestionando lo público, lo que es de todo. Por lo tanto, incrementa la sensibilidad y la concienciación de la sociedad, tanto de la sociedad civil organizada como de la administración. Fomenta, en definitiva, integración social.

Además, la participación ciudadana no para de tener ventajas y de favorecer en numerosos fenómenos sociales, también contribuye a enriquecer las decisiones públicas y mejora la eficacia de las mismas. Ayuda a promover los cambios internos dentro de la administración, contribuye a la innovación en las políticas públicas, genera aprendizaje social, construir tejido, crear y consolidar las redes y en definitiva, mejora las políticas públicas y su calidad democrática.

Carmen Artiles,
Antropóloga Social y Cultural.